Salvo contadas excepciones, que ilustran maneras de salir del orden hegemónico establecido, no es novedad alguna que se diga que la escuela está en crisis (Martínez, 2018)

Mientras tanto, la mayoría de niños, niñas y jóvenes de hoy se mueren de tedio por no encontrar sentido a lo que hacen diariamente en estas instituciones

Aún seguimos hablando de una escuela que se estructura desde lo disciplinar, con espacios de clase que perpetúan la fragmentación del conocimiento y estamos a la espera de que mágicamente haya una conexión de los saberes parciales en la mente de los estudiantes (Carrillo, 1997).

No obstante, los profesores que todavía “dictan” clase de álgebra o de química se quejan porque el tiempo no les alcanza para enseñar todo lo establecido en el currículo oficial (Lineamientos curriculares, Estándares Básicos de competencias, DBA’s1)

La crisis se vuelve más profunda cuando la escuela se afecta por la descomposición social que la rodea en los sectores de mayor vulnerabilidad con problemas como el pandillismo, el microtráfico, el embarazo adolescente

¿Qué hacer entonces con una escuela que presenta estas características?

Se equivocan quienes ven la innovación en la superficie y se limitan a buscar en productos lo que podría denominarse innovador en el contexto educativo. La innovación debe ser un proceso inconcluso sometido a una revisión crítica permanente (Mogollón, 2016).

(Blanco y Messina, 2000). Una educación que apunta a “un futuro donde todos los seres humanos puedan vivir y convivir en un mundo donde sean socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres

, la gran esperanza”. (Carbonell, 2015, p. 120). Por eso, una innovación educativa sustentada en una conceptualización sólida no puede conformarse con el aumento de puntajes en las pruebas estandarizadas; esto podría ser un indicador, pero de ninguna manera debería ser una meta.

El primer reto a asumir por el docente es creer en sí mismo comoagente de cambio. "El elemento emocional y de valoración generala principal diferenciación" (Gros y Lara, 2009, p. 226).

el reconocimiento delas debilidades y fortalezas, desde las cuales los docentes puedenabrirse a compartir sus inquietudes, a manifestar sus impresiones,a explorar con otros.

La institución educativa debe evaluar cómo sus valores institucionales cobran vida más allá de lo que está señalado en distintos documentos

Rivas (2018) afirma que factores como la falta de tiempo, la ausencia de equipos estables y las trampas burocráticas que exacerban los controles y limitan laautonomía y creatividad impiden la innovación en las escuelas. Así, el tiempo para desarrollar innovaciones no debería ser distinto al tiempo escolar, se tendría que buscar, con apoyo institucional, la posibilidad de articular y no generar cargas laborales en demasía.

La escuela, entonces, debería reconocer en sí misma sus limitaciones y replantear sus propósitos. Es importante visibilizar aquellas acciones que reproducen la desigualdad y favorecen solo a unos pocos, para que se procure rápidamente emprender procesos transformadores. Se necesita de una escuela que se preocupe más por generar el respeto a la diversidad, por potenciar el desarrollo de las inteligencias múltiples y divulgar masivamente esta clase de experiencias.

En principio, dicho centros no están alojados en las listas de necesidades, sino de privilegios.